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Economía en España

La industria de la belleza se ve impulsada por el internet y las redes sociales

La industria de la belleza ha cambiado notablemente en las últimas décadas. No cabe duda de que internet ha sido un factor clave en la notable facturación de los últimos años. El marketing de influencers es una de las piedras angulares de este fenómeno.

Asimismo, la accesibilidad de los productos ha eliminado los intermediarios, impulsando el comercio B2C. Tales aspectos aunados a la infinita cantidad de información disponible sobre el tema en la web, han transformado la experiencia del cliente.

La industria de la belleza se ve impulsada por el internet y las redes sociales

El resultado ha sido un crecimiento exponencial de las marcas de belleza que dejando a un lado la publicidad tradicional, han centrado sus esfuerzos en el sector online. Esto a su vez ha favorecido el desarrollo de nuevas marcas que en el pasado no hubiesen tenido oportunidad.

Impacto de las nuevas generaciones en la industria

Las grandes casas cosméticas alcanzaron el éxito ofertando a una audiencia determinada, cuyos clientes tenían características y una visión determinada. Sin embargo, las nuevas generaciones están compuestas de clientes con una mentalidad diferente.

En este sentido, los millennials dominan el mercado actual, cambiando en muchos aspectos las reglas de juego para las empresas de belleza. Pues, el consumidor medio ahora valora otros aspectos además del precio. Así, conceptos como la transparencia y sostenibilidad toman cada vez más valor.

Esto, se ve reforzado por el fácil acceso a la información que tienen los clientes en la actualidad. Además, cada vez hay más productos de calidad, creados con ingredientes respetuosos con el medio ambiente.

Pues, si bien, los resultados en términos de belleza constituyen un aspecto indispensable, la ética en la elaboración de los productos no puede ignorarse.

Ana San Vicente, editora en la web de cosmetica Carmennieto.es nos explica: “los clientes están cada día más interesados en el origen de los productos y cómo se fabrican. Como resultado, se observa una oferta creciente que va más allá de las grandes casas de belleza. Ahora las tendencias beauty incluyen marcas como Akento, Onomie, Glossier y Mario Badescu.”

También se observan cambios en el packaging, evitando los plásticos y favoreciendo los materiales reciclables y biodegradables. Esto sin olvidar los ingredientes mismos que se ajustan a tendencias de consumo como el veganismo y el respeto por el medio ambiente.

Precios y distribución

Si bien, los aspectos antes mencionado forman parte de la mentalidad del consumidor actual, no es lo único a considerar. Pues, el precio y la distribución aún tienen un peso importante en la decisión de compra entre los consumidores de artículos de belleza.

Así, en un mundo anteriormente dominado por grandes firmas, hoy surgen nuevas empresas. Esto se debe principalmente al entendimiento de los nuevos canales de distribución.

Con ello, no sólo eliminan intermediarios, haciendo sus productos más accesibles al público. Además, reducen costes en marketing, publicidad y logística, lo cual se traduce en precios más bajos.

En este sentido, los consumidores también exigen transparencia en este punto por parte de las empresas cosméticas. Por lo que, muchas empresas ofrecen un desglose de precios por cada venta.

Segmentación y público objetivo

La creciente rentabilidad del sector ha conseguido una parte importante de su empuje en la comprensión de los nichos que componen el mercado.

Así, las marcas especializadas son una modalidad en alza. Este tipo de empresas enfocan sus esfuerzos en una reducida cantidad de productos especializados.

En este sentido, el desarrollo de productos y la comprensión de las necesidades concretas de un nicho. No sólo cubren las preferencias y tendencias determinadas por el grupo dominante, los millennials. Además atienden las necesidades de segmentos aún más pequeños y concretos.

Próximas tendencias

La búsqueda de productos de belleza sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, es indudablemente una tendencia en alza.

No se espera que la conducta de compra cambie en un futuro cercano. En consecuencia, es fácil prever un acelerado crecimiento en aquellas empresas que sigan este tipo de lineamientos.

Esto marcará la pauta tanto en relación a las marcas emergentes como de aquellas con mayor trayectoria. No obstante, en el caso de estas últimas se espera que sometan, de manera más o menos paulatina, un cambio hacia un producto más ecológico y sostenible.

Además, se intensificará el consumo de cosméticos libres de tóxicos y comprobadamente libre de crueldad animal.