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Economía en España

Educación financiera para los más pequeños

Las finanzas, son un aspecto que no debe obviarse en la educación de niños y jóvenes. Pues, al crecer las dudas y desconocimientos en esta materia, pueden mellar profundamente su capacidad para hacerse de los recursos necesarios para vivir.

Sin embargo, un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, ha dejado en evidencia las limitaciones de los jóvenes españoles en temas económicos.

Educación financiera para los más pequeños

En este sentido, los estudiantes de 15 años evaluados se encuentran 20 puntos por debajo del promedio en conocimientos financieros.

En consecuencia, es indispensable y urgente que padres y educadores acompañen activamente en el desarrollo de habilidades para el emprendimiento, el ahorro y la inversión.

Asimismo, el entendimiento de herramientas financieras como cuentas bancarias, o la aplicación de presupuestos en la planificación familiar, ayudan de manera considerable.

La educación financiera otorga al niño independencia y autonomía, permitiendo que tomen un papel activo respecto a su economía. Aspectos, indudablemente valiosos cuando se llega a la edad adulta.

Afortunadamente, iniciativas como Aprender Cuenta, se enfocan en la promoción de campañas formativas que permitan al niño aprender desde muy pequeño.

No obstante, los hábitos financieros saludables que garantizarán una mejor calidad de vida al niño, deben comenzar en casa. Por tal razón, se aconseja a los padres dedicar tiempo a las finanzas como parte de la educación de sus hijos.

Conocimientos prácticos

Como sucede en cualquier otra área de aprendizaje, la correcta gestión del dinero debe enseñarse por medio de la práctica. Pues, aunque un buen marco teórico es indispensable, no se puede limitar el proceso a la teoría. Los pequeños, asimilan mejor la información cuando se introduce por medio de experiencias.

Algunos temas financieros pueden dar, en primera instancia, la sensación de que no tienen ninguna utilidad en la vida real.

Por ello, es aconsejable enfocar cada explicación en los posibles escenarios en que los conocimientos adquiridos pueden emplearse.

De esta forma, es más fácil para ellos retener y comprender los conceptos que se van introduciendo. Además, se debe enfatizar que el fin último de las enseñanzas impartidas es que ellos puedan gestionar su propia economía.

Asimismo, se deben señalar las consecuencias negativas de no manejar correctamente el dinero en el mundo real.

En consecuencia, conviene aprovechar las cientas de oportunidades que el día a día ofrece para explicar a los niños los distintos conceptos económicos.

De compras en el supermercado, durante una visita al banco, mientras se ve televisión o al organizar el presupuesto para realizar la compra.

Asimismo, se puede inducir a la realización de proyectos y experimentos que busquen la exploración práctica de las explicaciones teóricas que se han recibido.

Incluir las finanzas en actividades divertidas

Tanto en su fundamento teórico como en las fases prácticas, se debe procurar el uso de juegos y actividades dinámicas. Pues, las explicaciones lúdicas no sólo contribuyen a mantener el interés del niño, sino que además facilita el aprendizaje.

También se debe cuidar el vocabulario y los métodos a los cuales se recurre. Pues, si bien los conceptos económicos y financieros pueden ser complicados, deben ajustarse a la edad y capacidades del niño. Esto manteniendo siempre un contenido claro, que promueva hábitos financieros sanos.

Valores sociales y éticos

Como ya se ha mencionado, el objetivo de la educación financiera es dotar a los niños de las herramientas necesarias para generar ingresos en el futuro. Sin embargo, no se deben dejar a un lado los valores.

En este sentido, es importante que los pequeños comprendan que no todas las formas de ganar dinero son correctas. De igual forma, debe existir coherencia en la manera que se gasta cada moneda.

La prosperidad, el crecimiento y la seguridad han de ser parte de las finanzas, pero el fin último debe ser contribuir a una sociedad feliz. Por ello, conceptos como la responsabilidad social deben formar parte de cada lección.

Modelos a seguir

Cuando se trata de educar a los jóvenes en el manejo de las finanzas, nada es tan efectivo como ofrecerles un buen ejemplo a seguir. Pues, siempre están observando lo que hacen sus padres, hermanos y familiares con el dinero.

En consecuencia, el comportamiento financiero de los adultos moldea el de los pequeños. Así, si se desea educar financieramente, lo primero será asegurarse de contar con hábitos y paradigmas económicos correctos a transmitir.